CAMBIOS EN TUS NECESIDADES
CONOCER MÁS

Necesidades nutricionales modificadas

patient and friend talking about food and altered nutritional needs
Share your thoughts concerning nutrition and changed needs.

Comparte tus preocupaciones sobre la nutrición y los cambios en tus necesidades.

Cuando se tiene cáncer, las necesidades nutricionales cambian. Dado que cada tipo de cáncer afecta al cuerpo de forma distinta, no existe una solución universal para ajustar la dieta. Sin embargo, hay algunas pautas que puedes seguir. A veces, la mejor combinación para tu enfermedad parece un poco extraña cuando se compara con lo que comúnmente se entiende como una dieta saludable.

No dudes en consultar al médico y al dietista si tienes preguntas sobre tus necesidades nutricionales diarias; ellos pueden ayudarte a entender tu dieta.

En general: 

Es importante QUE COMAS

Los estudios demuestran que casi la mitad de las personas diagnosticadas con cáncer comunican que comen menos durante el tratamiento. Como ya sabes, una dieta equilibrada necesita una ingesta de nutrientes equilibrada, y si comes menos, tu dieta debe ajustarse en consecuencia.

Es importante QUÉ COMES

El tumor puede causar cambios en tu metabolismo. El resultado es que puedes sufrir inflamación, que repercutirá en la forma en que los nutrientes como los hidratos de carbono, grasas y proteínas se procesan y necesitan; además, también puedes padecer efectos adversos derivados del tratamiento oncológico, como fatiga, menor fortaleza, pérdida de peso e incluso trastornos de la conducta alimentaria.

Deberías confiar en las grasas

Para muchas personas con cáncer las grasas son un nutriente especialmente recomendado. Debido a los cambios metabólicos, suponen una fuente de energía mejor que los hidratos de carbono. Además, las grasas aportan ácidos grasos esenciales y transportan vitaminas liposolubles. Aunque la cantidad exacta de grasas que se necesitan es diferente cada día, las personas con cáncer deben modificar la calidad y la cantidad de las grasas en su dieta. Si sufres insuficiencia pancreática, no olvides tomar correctamente las cápsulas de la enzima lipasa pancreática. En ese caso, pide a tu médico o dietista que te aconseje sobre nutrición.



No todas las grasas son iguales

Diferentes grasas tienen distintas propiedades que determinan su valor nutricional. Determinados ácidos grasos omega-3 son de gran importancia en una dieta saludable: Ayudan a modular positivamente la respuesta inflamatoria, reducen la presión arterial, estabilizan la función cardíaca e incluso pueden prevenir la depresión. También pueden estimular el apetito y ayudar a aumentar el peso corporal. Sus variadas acciones en el metabolismo pueden aumentar la tolerabilidad del tratamiento oncológico, lo que posiblemente mejore los resultados del mismo.

   

Tus necesidades de proteínas aumentan

Las proteínas forman enzimas, protegen las células, son responsables de la respuesta inmunitaria, aumentan la masa muscular y transportan sustancias vitales dentro del cuerpo. Si tienes cáncer, tus necesidades de este importante nutriente aumentan: Aunque para una persona sana es suficiente un aporte de 0,8-1 g de proteínas por kg de peso corporal y día, en los pacientes con cáncer estos requerimientos aumentan a 1,2-1,5 g por kg y día. La causa de ello es el aumento de las reacciones inflamatorias e inmunitarias en el cuerpo. Además, debes protegerte constantemente de la pérdida de masa muscular. Esto significa que tu dieta debe ser especialmente rica en proteínas de alta calidad para satisfacer la creciente demanda.

¿Cuáles son las ventajas? 

Una dieta basada en las pautas anteriores y ajustada por tu equipo médico puede ayudarte a evitar los efectos negativos de la desnutrición en los tejidos, estructuras corporales y funciones orgánicas. Los estudios demuestran que los resultados globales de las distintas etapas del tratamiento oncológico (desde la cirugía a la quimioterapia) pueden ser mejores si el estado nutricional del paciente se mantiene de forma estable.

  • Los efectos adversos del tratamiento oncológico pueden reducirse.
  • El aporte energético (y, con él, el peso corporal) puede mejorar.
  • Los resultados del tratamiento pueden mejorar.
  • La calidad de vida en general puede mejorar.
  • El pronóstico a largo plazo puede mejorar.