¿Qué se puede hacer en caso de pérdida del apetito?
La pérdida de apetito es uno de los efectos adversos más frecuentes del cáncer y el tratamiento oncológico. Por lo general, parece causada por el propio cáncer, pero también por alteraciones físicas, como la fatiga o el dolor, o mentales como el estrés, la depresión o la ansiedad, y efectos adversos del tratamiento administrado, como vómitos, náuseas o cambios en la percepción del sabor y olor de la comida.
Puede ser un problema de unos pocos días, pero también podría persistir durante todo el tratamiento. Cuanto más dure, mayor es el riesgo de sufrir desnutrición.
Lo que podemos hacer dependerá de las causas de la pérdida de apetito. Por eso es importante identificar qué la desencadena.
Nueve consejos para ayudarte a vencer tus aversiones a la comida:
- Ten cerca los aperitivos que te gustan, por si tienes un impulso repentino de comer algo sabroso.
- Si ves que no puedes comer lo suficiente a lo largo del día, añade proteínas y calorías extra a las comidas que hagas. Por ejemplo, leche de alto contenido en grasa y crema de frutos secos.
- Come y toma bebidas calóricas siempre que tengas hambre, incluso por la noche.
- Ten a mano pequeños aperitivos, como frutos secos, crackers o galletas, en los lugares en los que pases mucho tiempo.
- Come platos que sean rápidos de preparar, como las comidas congeladas.
- Recuerda que debes beber suficientes líquidos y elige líquidos ricos en calorías y que contengan otros nutrientes, en vez de agua pura, pero también:
- Reduce la cantidad de líquido que bebes mientras comes para no llenarte el estómago de agua, en vez de comida.
- Cambia la textura de tus comidas pasando a batidos o alimentos blandos o congelados para cambiar la impresión que te transmite la comida.
- A veces es de ayuda comer de manera informal mientras se realiza otra actividad. Comer en compañía, o por ejemplo, leer o ver la televisión, pueden servir como distracciones mientras comes.
